¿Tus empleados buscan mil pretextos cada vez que tienen que hacer una llamada internacional? ¿Se quedan mudos en cuanto aparece una videoconferencia? Muchos profesionales se frustran tanto por su incapacidad para hablar inglés que prefieren no abrir la boca. Es muy posible que tu equipo esté experimentando el temido «Miedo al inglés». Pero no te preocupes, leer y escribir son habilidades útiles… aunque claramente no bastan por sí solas.
En esta publicación, te doy 6 claves para que tu equipo supere el temor al inglés.
Son claves prácticas que podrás aplicar en tu empresa y que cambiarán para siempre la forma de comunicarse de tu equipo. ¡Y si quieres añadir algún otro truco, adelante!
1. DIY (HAZLO TÚ MISMO)… ¡O PRACTICA Y TRIUNFA!
Romper el hielo y lanzarse a hablar puede resultar tremendamente difícil. El temor al error, las críticas, la vergüenza… ¡ojalá pudiéramos hablar sin preocuparnos! Con ChatGPT, esa barrera empieza a difuminarse. Instala la aplicación en tu móvil y, de inmediato, tendrás la opción de hablar de casi cualquier asunto.
La versión de pago, ChatGPT Plus, ofrece aún más funcionalidades, como la posibilidad de responder con distintos acentos (británico, australiano, escocés…). Imagina prácticas reales del día a día: en el aeropuerto, en un restaurante, en el ascensor o incluso en entrevistas de trabajo y negociaciones. Simplemente saca el móvil y empieza a charlar.
¿Quieres algo más divertido? Pídele a ChatGPT que se haga pasar por una celebridad y ten una conversación como si realmente estuviera a tu lado. Es una forma genial de soltarse, ganar fluidez y perder el miedo. Si te equivocas, no pasa nada: nadie toma nota de tus despistes. ¡Y recuerda que la práctica frecuente es el secreto del éxito!
2. ¿QUÉ TE APETECE TOMAR?
Propón a tus compañeros salir una vez a la semana a un bar o pub y hablar únicamente en inglés. Un ambiente relajado (con un café, un vino o una cerveza) ayuda a que la conversación fluya sin presiones. No hay límite en cuanto a temas de conversación y, con el paso de las semanas, notarás cómo cada vez se sueltan más. ¡Es un método estupendo para desconectar después del trabajo y mejorar el speaking al mismo tiempo!
3. ENGLISH FRIDAYS
En una empresa con la que colaboré, instauraron los “English Fridays”. Como el inglés era esencial para su crecimiento, decidieron que todos los viernes se hablara exclusivamente en inglés en la oficina: desde las charlas en la máquina de café hasta las reuniones internas. Al principio, resulta un tanto incómodo, pero si tú, como líder, predicas con el ejemplo, tu equipo se sumará y, en poco tiempo, desarrollará la confianza necesaria para comunicarse de forma más natural. Es una gran oportunidad para poner en práctica lo aprendido y romper con la rutina.
4. ¡AL TELÉFONO TODO EL MUNDO!
Anima a cada miembro de tu equipo a llamar al menos una vez por semana a alguna empresa del Reino Unido, Irlanda, Australia, Estados Unidos o India y que hagan una consulta. ¡No importa si realmente necesitan el producto o no! Es un ejercicio genial para practicar la conversación. Si su nivel de inglés es pre-intermedio, sugiéreles que llamen a empresas de países como Alemania, Países Bajos o Turquía, donde muy probablemente también usen el inglés como lengua de contacto.
La clave está en que investiguen un poco la web de la empresa y preparen unas cuantas preguntas. Si la empresa intuye una potencial venta, serán muy pacientes al atender la llamada, lo que te da tiempo para practicar.
Otra variante interesante es acudir en persona a ferias o expos de la industria. Ese contacto directo puede ser igual de enriquecedor.
5. INMERSIÓN TOTAL
Existen programas intensivos de inmersión total de una semana en los que prácticamente no te queda más remedio que hablar en inglés las 24 horas. Tu inglés no será perfecto al terminar, pero lo que suele suceder es que dejas de “resistirte” mentalmente al inglés y empiezas a interiorizarlo como algo normal. Esta transformación de la resistencia a la aceptación es el primer paso hacia la fluidez real. A partir de ahí, se trata de seguir practicando con constancia.
6. RODÉATE DE UN BUEN PROFESIONAL
Si ya cuentas con un profesor de Business English o estás planteándote contratar uno para tu equipo, asegúrate de que sea el profesional adecuado: aquel que se centre en las habilidades de comunicación, el vocabulario de situaciones reales y el dinamismo. Un buen formador motiva a los empleados a usar el inglés no solo en clase, sino, sobre todo, en el día a día.
Recuerda que, si tu equipo no practica en situaciones reales, romper el hielo puede ser muy costoso. Al principio sienten mucho pudor, así que lo mejor es empezar poco a poco e ir subiendo el nivel de reto a medida que avanza el curso.
El inglés es la lengua franca de los negocios internacionales y existen infinidad de estrategias para mejorar la fluidez y la comprensión auditiva. Si quieres que tu empresa sea más competitiva en el entorno global actual, ha llegado el momento de curar el “Miedo al inglés” de tu equipo. ¡Te garantizo que, si lo consigues, verás los resultados mucho antes de lo que imaginas! Las recompensas son enormes.
